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Jabón Artesanal de Lavanda y Avena

Una caricia natural para la piel sensible



Hoy quiero compartirles una receta muy especial que enseño en mis cursos con mucho cariño. Es ideal para quienes buscan calmar, nutrir y suavizar la piel. Además, tiene un aroma relajante que te invita a desconectarte del estrés del día.

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Esta receta está elaborada para obtener aproximadamente 6 jabones.

Esto puede variar ligeramente dependiendo del tamaño y forma de los moldes que uses. Si usas moldes pequeños (como los de forma de corazón o flores), podrías obtener hasta 10 unidades

Tu lista de ingredientes

  • 500 g de base de jabón de glicerina transparente o blanca

  • 2 cucharadas de avena molida (tipo harina)

  • 15 gotas de aceite esencial de lavanda

  • 1 cucharada de aceite vegetal (puede ser de almendras dulces, coco o caléndula)

  • Flores secas de lavanda (opcional, para decorar)

  • Moldes de silicona


Corta la base de glicerina en cubos pequeños y funde a baño María o en el microondas (en intervalos de 20 segundos, removiendo cada vez).

  1. Una vez derretida, añade el aceite vegetal y mezcla bien.

  2. Agrega la avena molida y las gotas de aceite esencial de lavanda.

  3. Revuelve suavemente.

  4. Vierte la mezcla en los moldes. Si deseas, puedes colocar unas flores secas encima para un toque decorativo.

  5. Deja reposar a temperatura ambiente por al menos 2 horas o hasta que endurezcan.

  6. Desmolda, etiqueta si deseas regalar, ¡y disfruta!.

Beneficios:

  • Avena: calma y suaviza la piel, ideal para pieles sensibles o con irritaciones.

  • Lavanda: tiene propiedades relajantes y regeneradoras.

  • Aceite vegetal: aporta hidratación y nutrición.


Espero que esta receta les encante tanto como a mí.

¿Ya la has probado o te animas a hacerla?


💬 Cuéntame en los comentarios qué aromas te gustaría combinar en tu próximo jabón.


Un abrazo


Andrea

 
 
 

3 comentarios


Muy interesante este blog!! Muchas gracias por compartir!! Hace poco tuve un percance con la Sosa. Me la trajeron y no miré la concentración y quedó un jabón blando y muy aceitoso que no sabía cómo arreglar y me daba pena tirar el aceite de aguacate y las mantecas tan buenas que llevaba, así que me lance a hacer un lavado con sal... Una técnica estupenda para no desperdiciar!! Me gustaría aprender este tipo de trucos para arreglar descalabros!! Jejeje... Gracias de nuevo. Seguiré entusiasmada este blog!! Suerte!!


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Contestando a

Hola Anita, que gran historia. Gracias por compartirla, seria genial hacer un post de lavado con sal, lo tendré anotado!

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